jueves, 23 de marzo de 2017

CAPÍTULO XVIII

Durante el camino de vuelta comienza a llover sin cesar por lo que no tienen más remedio que refugiarse en una cueva. Estan mucho tiempo en aquella cueva hasta que se dan cuenta de que la lluvia no cesa por lo que pasan ahí la noche y al levantarse salen de la cueva y se encuentran con unas criaturas que no paraban de llorar ,Bastián decide convertirlas en unas criaturas más alegres.

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